domingo, 18 de septiembre de 2011

Fin de Semana en Londres ( y III )


DOMINGO

Nos levantamos relativamente temprano para aprovechar la mañana que nos quedaba en Londres. La habitación había que dejarla antes de las 12, pero en los servicios del hotel (o al menos así accedieron cuando se lo pedimos) se incluía la consigna del equipaje hasta que pasaras a recogerlo.

Dejadas las maletas en recepción, pusimos rumbo al British Museum, pero por el camino paramos a tomar el desayuno en "Pret a Manger" (2 cafés 1,98£ - 1 croissant 99c - 1 Muffin relleno 1,29£).

La entrada al museo británico es gratis, aunque al entrar en el mismo encontraras urnas en las que dejar si quieres tu donativo. El horario de apertura es de 10 a 17 horas todos los días, aunque algunas galerías permanecen abiertas hasta las 20:30 horas los jueves y viernes.



A pesar de ser gratis y de tratarse de un domingo, no había aglomeraciones de gente, por lo que no tuvimos que esperar nada de cola para acceder a su interior. Además como no hay que pasar ningún tipo de control o registro el acceso es inmediato.

Dentro del museo encontraras tiendas de souvenirs, restaurantes, cafeterías y el típico mostrador de información en el que consultar tus dudas, comprar un mapa en color con ilustraciones (2£), contratar una visita guiada (3,50£) o una guía-souvenir en múltiples idiomas (6£).



Para todos los fototuristas os diré que podéis estar tranquilos, porque en el interior del museo no existe ningún tipo de restricción para sacar fotos, ni siquiera de flash, por lo que se puede sacar el talento a pasear y fotografiar todo lo que quieras.

Aunque sobre gustos no hay nada escrito, para el mío, lo mejor que hay en todo el british es la galería del Partenón.



Aunque tampoco son desdeñables las salas dedicadas al arte egipcio y persa, donde puedes contemplar cosas como estas:




En el piso superior, nos encontramos con una exposición del antiguo Japón, aunque no se si era temporal.




Como íbamos justitos de tiempo y queríamos despedirnos de Londres tomando una pinta tranquilamente sentados en la terraza de una taberna, nuestra visita al museo duró unas dos horas y media, aunque, dejando a parte a los amantes y expertos en arte que sabrán apreciar y pararse más en los detalles, tampoco creo que se necesite mucho tiempo más para realizar una buena visita del mismo.

En las inmediaciones del museo, además de encontrarte con bastantes bares en los que poder hacer una paradita, también hay numerosas tiendas de souvenirs en las que comprar tus recuerdos para la familia, porque, en contra de lo que me imaginaba, sus precios no difieren mucho de otras tiendas situadas en lugares menos turísticos, incluso diría que eran más baratos. En fin, yo como soy muy clásica me decante por las típicas tazas de Londres (hay una variedad inmensa 2£) y unos soldaditos con clip para sujetar pequeñas notas (3£).

La cerveza y comida de despedida la tomamos en el Pub “The Swan”, muy cerca del hotel, ( 1 pinta bien fría y un sándwich de pollo 5£).



De ahí derechitos al aeropuerto porque aunque eran poco más de las dos y nuestro vuelo no salía hasta las 17:15 horas, entre las dos horas de antelación que se supone que tienes que pasar en el aeropuerto y la hora y diez minutos (mínimo) que hay desde Londres en el tubo, el tiempo no daba para más...

Nos hemos quedado con ganas de volver y hacer el circuito de visitas (National Gallery, Tower of London, la iglesia templaria, la corte Suprema y cosas así), también tenemos la visita obligada a Notting Hill, Candem y Abbey Rd. Pero eso será en otra ocasión, hasta entonces:

GOODBYE LONDON!